«Familia es cuando amas a alguien hasta la muerte y harías cualquier cosa por ellos, confías en ellos y cuidas de ellos. Y a cambio, ellos hacen lo mismo. Es el tipo de vínculo que los mantiene unidos.» — T. Bianco.
Novela realista inacabada en la que la autora, Ana María Matute, estaba trabajando cuando falleció. Tenemos la suerte de que sus escasas 182 páginas fueran publicadas para deleite de los lectores. En ellas nos describe la relación de Eva, postulante a novicia de 16 años, con su familiar justo antes de comenzar la Guerra Civil.
En la primera parte: ‘La ventana de los halcones’, el pequeño mundo de Eva se reduce al marco familiar. Abandona el convento debido a un incendio y regresa a su pueblo donde se reencuentra con su única amiga de la infancia, Jovita, y su padre. Un incendio sin duda simbólico ya que implica la liberación de Eva y derivará en otro incendio, esta vez en su interior.
En la segunda parte: ‘Vértigo’, ya reventado el secreto, el foco narrativo se desplaza y el primer plano lo ocupan los jóvenes Yago y Berni, al par que avanza el conflicto ético de Eva, agudizado por el drama de su amiga Jovita.
OPINIÓN: Sin duda una pena no poder conocer el desenlace de este libro. Las ventajas de leer una obra sin final es que nos deja vía libre a la imaginación.