Como pude leer hace un par de días en lapiedradesisifo.com, «Cuando se habla del Día del Libro es habitual empezar recordando que la fecha elegida, el 23 de abril, se debe al fallecimiento de Cervantes y de Shakespeare en esa misa fecha, pero del año 1616. Se suele recordar que en realidad no murieron el mismo día, que Cervantes murió el día 22 y fue enterrado el 23, mientras que Shakespeare murió el 23 de abril, pero del calendario juliano, que corresponde al 3 de mayo en nuestro calendario, el gregoriano. Se suele recordar que fue la Unión Internacional de Editores la que propuso a la UNESCO el 23 de abril para celebrar el Día del Libro y que esta aprobó la conmemoración en 1995. Se suele recordar que se celebró por primera vez el 23 de abril de 1996 y que actualmente se suman más de un centenar de países de todo el mundo a esta celebración. Lo que no suele recordarse tan frecuentemente es que el inventor original del Día del Libro fue el editor valenciano Vicente Clavel Andrés.

   Nacido en 1888, Vicente Clavel fundó en Valencia en el año 1916 una editorial que tenía el significativo nombre de Editorial Cervantes. Además de editor ejerció de periodista, de escritor ‒fue amigo y compañero de Vicente Blasco Ibáñez‒ y de traductor. En 1918 traslada la editorial a Barcelona, concretamente a la Rambla de Cataluña, lo que le pone en contacto con algunos de los intelectuales de la ciudad. Especialmente afectiva es su relación con el escritor uruguayo José Enrique Rodó, de quien publica varias obras en España.

   A pesar de ser tan joven y de llevar tan poco tiempo en Barcelona, Clavel es nombrado en 1923 vicepresidente primero de la Cámara Oficial del Libro de Barcelona. En este contexto Clavel propone celebrar el Día del Libro a la Cámara en 1923 y en 1925. El 6 de febrero del año siguiente Alfonso XIII firmaba un Real Decreto por el que se creaba oficialmente la Fiesta del Libro Español. Desde 1926 el Día del Libro se celebra el 7 de octubre, coincidiendo con el nacimiento de Cervantes, pero a partir de 1930 se instaura en el actual 23 de abril, día que además en Cataluña coincidía con el de Sant Jordi.

   Más que libros inolvidables e inmortales, que es lo que cabría esperar que dejara un escritor a su paso, Vicente Clavel legó a la humanidad un día en el que celebrar la lectura y el amor por los libros. Una de esas magias que tiene la literatura».